Quién me iba a decir que un Real Madrid-Milán de Champions me provocaría tanto bostezo seguido, y tanto cabreo al final del partido. Hace tiempo que no veo un partido tan malo, y un Real Madrid tan penoso.
El partido de hoy es tocar fondo. Han fallado todos, hasta Casillas. Tan sólo se puede salvar alguien, Raúl, porque ha metido un gol, ha dado otro y ha sido el único que he visto con el orgullo herido.
El Milán, un equipo de abuelos, que juega andando, ha sacado los colores al Real Madrid de Kaká, y además ha ganado 2-3. Un desastre de partido en todos los sentidos. Hasta el segundo gol del Madrid ha sido una muestra del desorden de este equipo. Un córner que nadie va a sacar (Granero que es el encargado de hacerlo desde ese lado estaba en el banquillo), el único que se da cuenta es Raúl, que corre a la esquina, saca a Drenthe y de un chutazo marca (con la inestimable ayuda de Dida). Era el gol del empate. El Milán había metido dos goles tras sendas cantadas de Casillas, desquiciado como todo el equipo. Ramos fatal, fallón, vago, no ha atacado nada. Xavi Alonso y Granero, penosos, me han defraudado mucho, desaparecidos todo el partido. Lass muy mal, incapaz de recuperar un balón. Benzema para no volver a jugar nunca, es lo que se merece. Kaká muy mal, no ha acertado ni una jugada. Se me olvidaba Albiol, junto con Raúl, lo mejor del Madrid. Y al final llegó el tercero del Milán. Nuevo balón a la espalda de Marcelo (¿Qué estaba haciendo?), y Pato empalma a bocajarro, de modo que esta vez sí, Casillas no puede hacer nada.
Real Madrid 2 - Milán 3. Quién me lo iba a decir en el minuto 45 de partido. Espero que Pellegrini haya tomado nota. Y espero que los jugadores también.
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